Florianópolis es la capital del estado de Santa Catarina. Se compone principalmente por un territorio de isla y otra pequeña area en continente.
En sus orígenes la ciudad se llamó Nossa Senhora do Desterro (Nuestra Señora del Destierro), pero luego se renombró en homenaje al ex presidente Floriano Peixoto. El continente y la isla se unen por el puente colgante más grande del país: Puente Hercilio Luz
En el area de continente se ubican las zonas administrativas, comerciales, industriales y residenciales, en la Isla de Floripa, como suelen llamarla también, se diferencian muchas zonas balnearias, con casi 100 playas, entre desarrolladas y vírgenes, que hacen de esta isla uno de los principales destinos turísticos de Brasil.
A Florianópolis se llega por vía aérea a través del Aeropuerto Hercilio Luz Internacional, ubicado a 13 km de la ciudad capital en la isla. Desde el aeropuerto hay taxis y buses que conectan con el resto de la isla y la ciudad en continente. Conductores de Uber se consiguen en cualquier punto sin problema ninguno.
Esta ciudad también tiene conexión con rutas terrestres desde sus países limítrofes. Desde Argentina, Uruguay y Paraguay hay numerosas empresas de micros de larga distancia que cubren ese destino
Florianópolis cuenta con una red de transporte de autobuses que conecta las zonas de la ciudad. Hay 9 estaciones que conectan los vehículos de las empresas principales. Y la terminal Terminal Rita María que une a la ciudad con varias regiones de Brasil.
SI querés llegar con mayor rapidez a la playa usá las Linhas Executivas. Se caracterizan por el color amarillo y tienen una ruta directa desde el centro hasta las principales playas.
Vistas de la avenida Beira Mar y del interior del Beira Mar Sopping decorado para Navidad
Estando en Florianópolis, hay muchos paseos a cualquier hora del día además de las actividades de playa. Hay posibilidades de recorrer grandes y surtidos shoppings con patios de comidas muy completos, cines y entretenimientos para niños; buceo, surf y golf son otras actividades que se ofrecen en la isla; además de un parque temático de piscinas gigantes y toboganes de agua con todos los servicios de restaurantes, cafeterias, etc en medio de la “foresta” de las playas del norte, paseos de barco con bebidas y animación que, estando en Brasil, esto es diversión garantizada, y edificios con valor histórico como por ejemplo, iglesias o el Fuerte Sao José construído en 1740 y mas.
Y una excelente gastronomía tanto típica como internacional completan vacaciones perfectas.
Una larga lista de playas esperan al visitante.
En sus 58 kilómetros de largo y 18 de ancho, la isla de Florianópolis provee para todos los gustos: playas muy populares y playas solitarias, hay algunas que son las preferidas de surfistas y amantes de variados deportes acuáticos, y otras que son puro relax y familias con niños pequeños.
Algunas tienen mucha estructura para el turismo, otras son casi desérticas, hay playas de fuertes olas, y playas con aguas mansas como lagos.
Lo mejor es hacer una breve recorrida por las más conocidas, y luego aventurarse a descubrir las playas menos frecuentadas.
Este gran número de playas variadas comparten una característica: su privilegiada belleza natural. Las agrupamos según su ubicación geográfica:
Playas del este: tienen costas de un mar abierto con olas fuertes, que son mayormente las elegidas para quienes practican surf o kite, por ejemplo. Las Praias do Leste son, entre otras : Joaquina, Mole, Barra da Lagoa, Mozambique.
En el norte de la isla tenemos mayor movimiento turístico, hay varias atracciones extra ademas de las playas, y esto hace que se ubiquen grandes hoteles y extensiones urbanas importantes como Ingleses. Las Praias do Norte que se destacan son : Santinho, Praia dos Ingleses, Praia Brava, Lagoinha, Ponta das Canas, Cachoeira do Bom Jesus, Canasvieiras, Jureré y Praia do Forte
Al oeste encontramos un mar sereno que invita a la relajación. Podría decirse que sólo hay un punto turístico que combina la historia de los primeros tiempos de la isla de Santa Catarina, con gastronomía de la mas tradicional y deliciosa en una hilera de restaurantes pegaditos a la costa, para comer con las mejores vistas en Santo Antonio de Lisboa. Su playa es Sambaquí.
Y al sur nos sorprende el ambiente típicamente de aldeas o ex colonias de pescadores, poco urbanizado, con su cultura intacta y auténtica, donde la exuberante naturaleza es la que predomina, playas casi vacías y pintorescos botes de madera haciendo parte del paisaje. Allí encontramos Praias do Sul como : Campeche, Pantano do Sul, Ribeirao da Ilha, Praia da Solidão y Naufragados.
La difícil tarea viene ahora: tratar de resumir en pocos renglones tanta belleza natural y atracciones que guarda cada una de estas playas. Es por esto que aquí hago una introducción a una de las areas de playa, para luego seguir describiendo brevemente el resto en la siguiente publicación. Seguramente mas adelante habrá que ampliar la información de unos cuantos puntos de interés, tanto para turistas que van por unos pocos días, como para aquellos que deciden este hermoso lugar para sus vacaciones y no saben que hay sitios que no son tan conocidos por el turismo en general, pero que son sorprendentes para disfrutar.
Comencemos con la primer zona de playa que encontramos tomando la ruta SC-401 hacia las playas del Norte en nuestra recorrida por la isla, que tiene rutas que la rodean en muy buen estado, con tramos de ruta que unen las costas este y oeste. Llegamos a Santo Antonio de Lisboa, un barrio con con construcciones del siglo XVIII, calles empedradas y que por las noches se llena de animación en bares y restaurantes, con luces tenues en las calles dándole un ambiente romántico, calmo y bien típico colonial en una arquitectura y costumbres bien preservadas.
Mi consejo es llegar hacia el fin de la tarde para dar un paseo por la plaza, visitar la Iglesia Nossa Senhora deas Necessidades y no perderse la puesta de sol en su playa, ni dejar de probar alguna de las exquisiteces de la cocina brasileña en su famosa y destacable ruta gastronómica.
Y también, tanto para el día como para el atardecer la playa vecina a San Antonio de Lisboa es un punto de increíble belleza :
Sambaqui: Un lugar tradicional de aldea de pescadores, perfecto para quienes buscan tranquilidad tanto en la playa y en sus aguas calmas como piscina, como en sus calles y posadas. Esta comunidad lucha por conservar sus tradiciones y su historia promoviendo fiestas religiosas y conservando sus casas y sus calles como en siglos atrás.
Varios bares y restaurantes se ubicaron a la orilla del mar por sus fantásticas vistas de la Bahía Norte.
El día tiene su maravilloso paisaje de playa calma con agua quieta salpicada de botes pesqueros y granja de ostras, y en el atardecer y la noche, la vista se transforma en un espectáculo de luces del Puente Hercilio Luz y del continente.
