Con los pies descalzos en la arena, respirando aire de playa y aroma a flores … todo el entorno se transforma en el marco más romántico y relajado para el esperado Sí, quiero! Quién puede negarlo?
En algún momento hemos fantaseado con protagonizar o participar de una boda en la playa… Y es que estos paisajes tienen un componente místico que enamora aún más a los novios y que, al mismo tiempo, puede ofrecer un espectáculo sin igual a todos los invitados.