Martinica, la Francia isleña y tropical

Martinica es una porción de Francia situada en el Caribe. Los isleños siguen los dictados de la moda parisina, consumen baguettes y croissants y pagan con euros. Sin embargo, la música zouk que suena en  los bares y las  fiestas  nos recuerda que sus habitantes tienen una cultura propia, empapada sólidamente en las tradiciones criollas de las Antillas.

Su capital, Fort-de-France,  moderna y elegante, de cien mil habitantes, es la mayor ciudad de las Antillas francesas. Gran parte de la isla está urbanizada, y sus ciudades más importantes podrían confundirse con modernas barriadas. Casi una tercera parte de su territorio está ocupado por bosques, y otras muchas zonas están destinadas al cultivo de piñas, plátanos y caña de azúcar. Y es posible encontrar algunos pueblos de pescadores y playas apartadas, así como una cantidad de senderos por las montañas.

De alma y gustos parisinos, Martinica salpica sus calles con una exótica mezcla cultural. Por un lado se han desarrollado en la isla ocupantes de raza blanca de Francia y los bekés:  martiniqueses de nacimiento, pero descendientes de colonos franceses, así que suelen tener la piel blanca. Por otro lado, existe una sociedad sirio-libanesa, otra india y por último un gran grupo étnico negro. Los negros han dejado de ser considerados descendientes de esclavos y de clase inferior.

Desconocidas por muchos a este lado del Atlántico, las Antillas francesas son un destino que realmente merece la pena descubrir. Detrás de las paradisíacas postales de playas de arena blanca y fina y aguas cristalinas, el viajero se encontrará con un patrimonio histórico y social realmente sorprendente, en la que destaca la gran hospitalidad de sus risueños habitantes, con los que te invitamos a saborear unas deliciosas accras regadas por un «ti-punch» ,  o un zumo de guayaba para impregnarse de la verdadera esencia martiniquesa.

La Martinica es el típico lugar caluroso y húmedo habitado por personas de carácter tranquilo e informal donde todo va lento y pausado. Por si ello fuera poco, una de sus principales riquezas y fuentes de ingresos es el cultivo de la banana. Por tanto, podemos calificar la isla de república bananera en toda regla, algo que, no obstante, también forma parte del encanto del lugar.

La lentitud y la parsimonia que tiene la gente es legendaria.  Incluso en los restaurantes. A tener paciencia para que lleguen los platos.

Hagamos historia

Cuando Colón avistó Martinica en 1502, estaba poblada por indígenas que la denominaban Madinina, o sea » Isla de las Flores». Pasarían tres décadas antes de que el primer grupo de colonos franceses, dirigido por Pierre Belain d’Esnambuc, arribara a la costa noroccidental. Construyeron un pequeño fuerte en 1635 y establecieron una colonia que se convertiría posteriormente en su primera capital, Saint-Pierre. El año siguiente, el rey francés Luis XIII firmó un decreto que autorizaba el uso de esclavos en las Antillas francesas.

Los británicos, también interesados por Martinica, la invadieron y ocuparon entre 1794 y 1815. La isla prosperó bajo su dominio: los propietarios de las plantaciones vendían su producción en el mercado británico en lugar del francés. Gracias a esta ocupación, Martinica evitó la Revolución Francesa; cuando los británicos devolvieron la isla a Francia en 1815, las guerras napoleónicas habían finalizado y el imperio francés entraba de nuevo en un período de estabilidad.

La hija más famosa de Martinica es la emperatriz Josefina, esposa de Napoleón. Según cuenta la leyenda, en el momento de su nacimiento (1763, Trois-Ilets) se le acercó un adivino que presagió que algún día se convertiría en reina.

En 1946 Martinica se convirtió en un departamento francés de ultramar y en 1974 ya estaba considerada políticamente una región de Francia. Tanto en Martinica como en Guadalupe, los dos territorios caribeños pertenecientes al país galo, la moneda, los sellos y la bandera son los mismos que en su madre Francia.

Fort-de-France, Martinica,
Su ciudad capital Fort-de-france

Ubiquémonos en el mapa

Martinica, una diminuta isla del Caribe oriental, está bañada por el mar del Caribe en sus costas oeste y sur ,  y por el océano Atlántico en la zona este y norte. Hacia el Norte se encuentra la isla de Dominica; en el Sur, Santa Lucía.

Su territorio está formado por colinas, mesetas y montañas y ocupa unos 65 km de largo por 20 de ancho.

Idioma

En Martinica casi toda la población habla corrientemente el francés , que es el idioma oficial, pero los “viejos del lugar” , que no son sólo ancianos, sino qquienes quieren mantener sus raíces, prefieren conservar y perpetuar el uso del Créole  (criollo). El resultado es que con bastante frecuencia se hable un hibrido de ambos lleno de encanto y autenticidad.

Tambien el inglés es frecuentemente hablado para el turismo.  Sin embargo, si quieres caer en gracia y despertar la admiración de la población local, sólo hace falta aprender unas cuantas frases y mostrar algo de interés en el criollo. La gente aprecia muchísimo que los franceses y los extranjeros hagan el esfuerzo de entender y hablar su lengua.

Mejor època del año para ir /festividades

Una de las tradiciones más populares de estos habitantes antillanos es el Carnaval, fiesta que a base de carrozas, música y danzas desnuda el sentir del pueblo.

Esa semana es una verdadera locura. Nadie trabaja y casi todo el mundo participa de una u otra forma en los eventos. Sólo tienes que disfrazarte y mezclarte entre la multitud o, si te apetece, infiltrarte con cualquier grupo temático que esté desfilando.

Su animado Mardi Gras (martes de Carnaval) se celebra todos los años entre febrero y marzo durante los cinco días que preceden al miércoles de Ceniza. Las calles están permanentemente abarrotadas de gente que desfila disfrazada al son de todo tipo de música. Gran parte de la actividad se centra alrededor de la Savane en Fort-de-France. Saint-Pierre conmemora el 8 de mayo la erupción de la montaña Pelée, con conciertos de jazz y una procesión con velas desde la catedral.

También se organizan eventos deportivos importantes, como el Tour de Martinica, una carrera ciclista  durante una semana a mediados de julio; el Tour des Yoles Rondes: competición de barcos de vela tradicionales que se celebra la primera semana de agosto; y un semi-maratón alrededor de Fort-de-France en el mes de noviembre. Los amantes de la música pueden disfrutar del Festival Bienal de Jazz de Martinica, previsto una semana de diciembre los años impares, o del Festival de Guitarra, los años pares.

A pesar de su cruel apariencia, las peleas de gallos y los combates entre mangostas y serpientes se viven como rituales festivos en las Antillas. Cada fin de semana se organizan varios eventos de este tipo a los que acude un público bastante grande, y las apuestas son parte integral de esta cultura.

Moneda : Euro

Voltaje : 220 voltios , 50 Hz.  Tipo de enchufe : se utilizan los del tipo C / D / E:

Enchufe tipo C

 

Enchufe tipo D
Enchufe tipo E

 

 

 

Clima: El clima en esta isla es fantástico todo el año. Aquí siempre estamos en unas temperaturas medias comprendidas entre los 23° y los 28° C, entre enero y julio. El único inconveniente respecto al clima lo podemos encontrar en que las lluvias son muy intensas en la zona norte de la isla. Las lluvias fuertes acontecen durante la época seca en un par de semanas en abril. Y  aproximadamente en septiembre, es el mes más lluvioso. La humedad media de Martinica es elevada: desde un 80% en marzo y abril al 87% de octubre y noviembre. El interior en el norte de la isla, más montañoso, es más fresco y lluvioso que la costa.

Isla de Martinica. Morne Larcher
                                                              Las vistas desde Morne Larcher

Visados : 

Se necesita pasaporte en regla y visado para Francia. Los visitantes deberán mostrar el ticket  de ida y vuelta o algún pasaje de conexión.

Por si hay que hacer alguna escala en el viaje hacia Guadalupe o si se pretende saltar a alguna de las islas vecinas, es muy aconsejable ir provisto del correspondiente pasaporte. 

Vacunas.  No se requiere ninguna vacuna. Pero los visitantes que lleguen de según qué paises de América del sur o de algunas otras islas caribeñas pueden necesitar un certificado de vacunación contra la fiebre amarilla.

Consideraciones/Consejos extras : 

La Martinica es una isla volcánica, siendo la Montagne Pelée el mayor de sus volcanes. La actividad sísmica es permanente, lo cual provoca a lo largo del año frecuentes movimientos y sacudidas del suelo.

Isla de Martinica. Volcán de la Soufrière
                                                         Volcán Montagne Pelée

Tratándose de un Departamento francés la infraestructura médica y hospitalaria es excelente. No existe prácticamente en la isla ninguna enfermedad infecciosa o parasitaria típica de las regiones tropicales, ni animales peligrosos o venenosos con la excepción de la serpiente de terciopelo. Pero a tener en cuenta lo siguiente :

No pararse, resguardecerse o ponerse a la sombra ni comer los frutos del “mancenillero” (un árbol parecido al manzano) pues su savia produce graves quemaduras. La mayoría de estos árboles están  señalados con una marca roja, crecen en la playa, especialmente en el extremo suroriental.

Algunos peces pueden contener toxinas que producen ciguatera. Antes de comerse un pez pescado por Ud. mismo, pregúntele a algún habitante local .

El erizo de mar negro, aparte de sus grandes espinas notablemente dolorosas si se nos clavan en un pie, es tóxico. Sólo es comestible el erizo de mar blanco.

 Bañarse en algunos ríos puede provocar la bilharziosis. En general están señalados con letreros.

Cuidado con las escolopéndolas (unos insectos como  ciempiés con caparazón duro). Sus picadas son semejantes a las del alacrán.

Es conveniente llevar un buen producto de alta protección solar y no exponerse al sol en las horas de mayor insolación, y tomarlo en períodos cortos de tiempo los primeros días.

Algunos mosquitos son portadores del dengue (síntomas parecidos a una gripe fuerte). Vaya provisto de repelente y duerma bajo una mosquitera o con aire acondicionado.

Finalmente, cuidado con las enfermedades de transmisión sexual, especialmente con el SIDA que las islas de las Antillas francesas ostentan un triste record entre los Departamentos franceses.

Alquilar auto: Se aconseja tenerlo reservado con anticipación a viajar.  Lo mejor es tomar el vehículo al aterrizar en la isla, ya que no hay transporte público desde el aeropuerto y los taxis son algo costosos.  Se conduce por la derecha.   A causa de los rigores del clima (calor, humedad, corrimientos del terreno) las carreteras en Martinica se degradan muy rápidamente. A pesar de los continuos trabajos de reparación, van apareciendo baches. En algunas carreteras hay un tráfico muy denso con lo que la paciencia se pone verdaderamente a prueba. Además hay que tener especial cuidado con las motos cuyas luces no siempre funcionan como deberían. En cualquier circunstancia, sea paciente y cortés.

Dónde es la Mejor zona para hospedarse 

La isla de Martinica dispone de tres zonas costeras de primer nivel :   Le Diamant y Trois-Ilets al oeste, y Sainte-Anne al este, todas ellas bañadas por las cálidas aguas del Caribe. Estos tres núcleos concentran la mayoría de infraestructuras hoteleras, especialmente presentes en la zona de Trois-Ilets, y se encuentran las playas más populares de toda la isla.   Los establecimientos más frecuentados son los hoteles de tres o cuatro estrellas, con animaciones más o menos variadas a lo largo del día o por la tarde-noche. También abundan los alojamientos con habitaciones y apartamentos equipados con cocina americana, en los que se ofrece un servicio de restaurante opcional y, a veces, animaciones. Los hoteles clásicos (sin programa de animación) ofrecen únicamente el alojamiento y la restauración (el paquete de algunos tour-operadores incluye el vuelo y el hospedaje). Por el momento, tan solo cuatro hoteles proponen la fórmula todo incluido: el Club Med Les Boucaniers, el Paladien Marouba de Nouvelles Frontières, el Framissima La Batelière de Fram y el Coralia Club Trois-Ilets de Accor Tour.  Sus precios incluyen media pensión o pensión completa y todas las actividades de juegos y deportivas, exceptuando los deportes de motor (terrestres y acuáticos).

Conviene saber que las playas bañadas por las aguas del Caribe (Trois-Ilets y Sainte-Anne), en la costa occidental denominada por los locales «côte-sous-le-vent», están más preservadas de los alisios que las del Atlántico (península de La Caravelle y Le François), en las que el viento no da tregua.

Cómo llegar : El único aeropuerto comercial de Martinica se ubica en Lamentin, a 9 km al este de Fort-de-France; se halla a diez minutos de la capital y a unos veinte de Pointe du Bout.

Una vez ya en la isla, un par de ferrys regulares (vedettes) realizan el trayecto entre la zona turística principal, Pointe du Bout, y Fort-de-France; resultan una buena alternativa al transporte en autobús y a los problemas del tráfico y aparcamiento, aparte de ser más rápidos.

Qué hacer en Martinica

Un paseo por su ciudad capital Fort-de-France,  gran parte de su encanto reside en su emplazamiento natural a orillas de la Baie des Flamands (Bahía de los Flamencos).  La mezcla de callecitas estrechas y ruidosas, parques, oficinas y edificios de finales del siglo XIX, que albergan boutiques y cafeterías, le confieren un cierto glamour.  El centro de la urbe está dominado por la Savane, un gran parque con fuentes, palmeras y donde se organizan conciertos al aire libre. Igualmente situado frente al mar, el parque floral cuenta con un mercado público donde se pueden comprar cocos y demás productos típicos de la isla; cerca de allí se encuentra un mercado de pescado.  Esta ciudad capital nos da la oportunidad de visitar varios edificios destacables como la catedral de Saint-Louis, que data de 1895 ,  tiene unas magníficas ventanas y un órgano inmenso ; el Palacio de Justicia,  que es un edificio neoclásico de 1906, se asemeja a una estación de trenes francesa; la biblioteca Schoelcher, un edificio pintoresco y cuidado provisto de una cúpula bizantina; el Museo Departamental de Arqueología, cuyas exposiciones se basan en el pasado amerindio de la isla; y el Acuario de Martinica, que muestra especies del hábitat de los ríos tropicales.

Resultado de imagen para martinica

Otro gran atractivo es la pequeña Saint-Pierre , uno de los lugares más visitados de la isla, denominada en otros tiempos el Pequeño París de las Antillas y antigua capital de Martinica, Saint-Pierre avanza a la sombra de su pasado cosmopolita y del volcán que la destruyó por completo en 1902. Los habitantes de la isla la reconstruyeron tras la erupción, y gran parte de ella aún conserva el emboque de finales del siglo XIX, con sus balcones de hierro forjado y sus contraventanas.  Esta ciudad guarda una tragedia : el domingo 8 de Mayo de 1902, la capital de la isla de Martinica vivía un día tranquilo al pie de su magnifica bahía y vigilada siempre por el volcán Mont Pelée. La montaña había dado algunos signos de actividad en los meses anteriores. Ese 8 de mayo de 1902, el Mont Pelée exploto. Fue una explosión implacable y fugaz. En apenas tres minutos murieron treinta mil personas y sólo hubo un superviviente que estába prisionero en la cárcel. Dos años después del desastre otros habitantes comenzaron a poblar de nuevo la ciudad.

Isla de Martinica. Su exuberante vegetación
                                         En la isla de Martinica toda su vegetación es exuberante

Route de la Trace : La Route de la Trace (ruta de la huella) sigue un sendero por las montañas, al norte de Fort-de-France, marcado por los jesuitas del siglo XVI. Atraviesa una selva de elevados helechos, laderas cubiertas de anturios y matas de bambúes, y cruza la vertiente oriental de las montañas volcánicas de Pitons du Carbet. Los isleños achacan los zigzagueos de la carretera a la afición de los jesuitas al ron.  Otras actividades de senderismo tambien se desarrollan en  las montañas de Martinica que posibilitan sencillas excursiones desde Fort-de-France, especialmente por la selva de Pitons du Carbet o las ruinas del Château Dubuc, en la península Caravelle. Otros caminos más arduos ascienden por las vertientes de la montaña Pelée, en el extremo noroccidental de la isla, y alrededor de la costa norte, menos explotada.

Rincones históricos : A unos 5 km al norte de Sainte-Marie se halla Fond Saint-Jacques, antiguo monasterio dominico con una plantación de azúcar que data de 1660. Aquí fue donde un fraile dominico modernizó el arte de destilar el ron. La capilla y la mayoría de dormitorios aún permanecen intactos. Otros restos que rodean el monasterio son el ingenio de azúcar, los depósitos para destilar, la sala de calderas y la fábrica de azúcar.

Los habitantes de Martinica son muy religiosos, y para ellos, la misa de los domingos es el acontecimiento más importante de la semana tanto desde el punto de vista espiritual como social. Para asistir al templo todo el mundo se viste con sus mejores galas, siendo habitual entre las mujeres los vestidos blancos y los sombreros.

Ir a la Cascada Coulevre : Una de las más bonitas de la isla de la Martinica.  Para acceder hasta ella hay que seguir hacia el norte desde Le Precheur hasta que se termina la carretera, que bordea la costa noroeste de la isla.  Desde el parking, se toma el camino de acceso a la playa y, a los pocos metros, hay que desviarse a la derecha por un caminillo que se interna en las profundidades del bosque. Se tarda una hora en llegar.  La cascada, de unos 130 metros de altura, es preciosa. Y a pesar de no ser excesivamente caudalosa, es un espectáculo verla caer por esa enorme pared de granito rodeada de exuberante vegetación.

Isla de Martinica. Cascada Coulèvre
                              Cascada Coulèvre

Ir a pie hasta el Tombolo durante la marea baja : El Tombolo es un islote que se encuentra frente al pueblo de Sainte Marie.  Durante gran parte del año, el Tombolo sólo es accesible en barco, pero desde enero hasta abril, puede visitarse a pie durante la marea baja.  En ese momento, las aguas se abren para dar lugar a un pequeño caminito de arena que lleva hasta la Isla. Me sentí como Moisés cruzando el mar rojo.  Una vez en el Tombolo, puedes subir hasta dos de sus picos y, desde allí, ver las impresionantes vistas de Sainte Marie y su playa.

Consejo: mira bien los horarios de las mareas y vuelve antes que ésta suba y cubra por completo el camino de vuelta.

Isla de Martinica. Tombolo
Tombolo

Recorrer el Canal des esclaves : Una excursión sencilla pero vertiginosa.  El Canal des esclaves (o de Beauregard) es un antiguo canal que abastece los cultivos costeros con las aguas del río Carbet.

Hoy en día, este canal puede recorrerse en un par de horas inolvidables. Las vistas de los valles que atraviesa son para hacer un poster.

La excursión no es nada exigente a nivel físico, pero si tienes vértigo, mejor pensarlo dos veces, pues en ocasiones bordea peligrosos acantilados que requieren estar concentrado y tranquilo.

Isla de Martinica. Canal des Escalves
                                                                                   Canal des Escalves

 

Dónde comer y Platos Típicos : 

La cocina tradicional de las islas gira en torno a la gran variedad de frutas existentes en este territorio. Cualquier plato adquiere un sabor muy especial si se le añade un poco de coco, mango, aguacate, guayaba o plátano macho, un producto autóctono que es como el plátano que nosotros conocemos pero de color verde oscuro y que nunca se consume crudo. La verdura más característica de las islas caribeñas es el callaloo (semejante a las espinacas), que se sirve con cangrejos, carne de cerdo o pescado fresco, siempre acompañado de una guarnición de champiñones. Por su parte, los postres más apreciados son, por supuesto, los helados de frutas tropicales, el pan dulce, las tartas de coco y la confituras propias de cada localidad. La langosta sin pinzas del Caribe llamada Langouste y las Sandomas, almejas dulces, con el Oursín, erizo de mar, son los platos recomendados. Si bien los famosos buñuelos o accras de bacalao, comparten fama con el tradicional ponche, los más curiosos también pueden deleitarse con el zumo de caña de azúcar, la típica sopa o blaff de pescado, el colombo (un estofado de cerdo, cabrito y pollo al curry), la ensalada de gombos, el gratinado de chayotes y la sopa de cangrejo.  Y los Crabes Farcies que son unos exquisitos cangrejos rellenos. La salchicha criolla y las caracolas de mar pueden completar un buen menú isleño.

Aqui un pequeño listado para ir familiarizándose con sus platos tradicionales :

Accras. Fritos de pescadillas con verduras.

El Colombo. Curry.

Crabes farcies. Cangrejos de tierra rellenos.

Boudin. Salchicha criolla.

Lambi. Caracolas de mar.

Langouste. Langosta sin pinzas del Caribe.

Sandomas. Almejas dulces.

Oursins. Erizos de mar.

Aparte hay mucha diversidad de cocinas: tailandesas, vietnamitas, india, etc.; pero siempre con cierta influencia criolla.

La bebida típica de Martinica es el Ti punch, mezcla de ron, zumo de lima y concentrado de caña de azúcar.  El ron de Martinica más conocido es el Rhum Saint James

Resultado de imagen para Ti punch de martinica

Restaurantes :  Los impuestos y el servicio está siempre incluído en los precios, pero una propina siempre será bien recibida.

Restaurante Marie Sante. 160 rue Victor Hugo, Fort-de-France. Cocina criolla.

Drugstore de la Galerie. Ernest Duproge, 46. Salón de té, restaurante y cafetería abierto durante todo el día.

Les Roches d’Eden. Rivière Pilote. Cocina criolla y francesa.

La Guinguette. Saint Pierre. Bar y restaurante con animación. Cocina típica de Martinica.

Quai Sud. Grande Anse, Anse-D’Arlet.

Kai Armande. Ste. Luce Bvd. Kennedy. Cocina típica de la isla.

Tambien hay locales de comida rápida

 

Vida nocturna: 

En las Antillas se baila mucho por lo que es fácil encontrar excelentes lugares para disfrutar de toda clase de música y de ambientes.

L’Amphore. Plage de l’Anse Mitan. 97229 Trois Ilets. Tel : 05 96 66 03 09

La Baraka. Pointe du Bout. 97229 Trois Ilets. Tel : 05 96 66 64 15

Cheyenne Café & Discotheque. 8, rue Joseph Compère. 97200 Fort-de-France. Tel : 05 96 70 31 19

L’Endroit. Junto a la playa de la Pointe Marin. 97227 Sainte-Anne. Tel : 05 96 76 96 84

Karaoke Café. Quartier Basse Gondeau. 97232 Le Lamentin. Tel : 05 96 50 07 71

Top Night-Club. Zac du Bac. 97220 Trinité. Tel : 05 96 58 61 43

Le Tribal Complex Café.12-14, rue François Arago. 97200 Fort-de-France. Tel : 05 96 71 54 64

 

Actividades Imperdibles :

Submarinismo : Durante la erupción volcánica de 1902 se hundieron más de una docena de barcos en la bahía de Saint-Pierre, un incentivo añadido para practicar el submarinismo. Grand Anse, con sus tranquilas aguas y precioso coral, resulta un lugar apropiado para aquellos que deseen iniciarse en el deporte del buceo. Cap Enragé, al norte de Case-Pilote, cuenta con numerosas cuevas submarinas que albergan cientos de peces y langostas. Rocher du Diamant (peñasco del diamante) también ofrece la posibilidad de descubrir sus cuevas, aunque las aguas son más traicioneras. Ilet la Perle, roca que se alza en la costa noroccidental, es el enclave idóneo para observar meros, anguilas y langostas, siempre que el mar no esté demasiado embravecido. Se puede practicar el buceo con tubo alrededor de Grand Anse, Sainte-Anne y la costa de Saint-Pierre a Anse Céron.

Isla de Martinica. Buceo

Playas :

La Isla de Martinica es hogar de preciosas playas, tantas que puedes elegir a la carta en función de tus deseos y necesidades del momento

En la costa suroccidental se encuentran las mejores playas de arena blanca o dorada; constituyen el mejor lugar para bañarse y nadar. Las playas de arena gris y negra de la costa nororiental suelen ser más peligrosas. En la zona de Trois-Ilets se hallan las concurridas playas de Anse-à-l’Ane y Anse Mitan. Entre las más conocidas de la costa este se encuentran Cap Chevalier y Macabou, al Sur, y las de la península Caravelle de Anse l’Étang y Tartane.

Si quieres nadar con tortugas, una de las mejores playas es Grande Anse d`Arlet, en el sur.

Si te apetece bañarte y luego ir a un restaurante criollo típico (bueno, bonito y barato), ve a La Brèche y come en Ticarbet (cerca de Tartane)

Si lo que quieres es hacer un Bivouac y pasar la noche bajo las estrellas, te recomiendo Anse l`Étang; una preciosa playa equipada con mesas, duchas y árboles para colgar tu hamaca. Al lado de la Brèche.

Si quieres una playa romántica, la preferida es Anse Figuier, en el sur, cerca de Saint Luce. Otra opción es Anse Grosse Roche, cuyo corazón de piedra y aislada ubicación hacen de ella la playa perfecta para un romántico beso.

Sin embargo, mis playas favoritas son Anse Michel y Grande Anse des Salines, ambas situadas en la punta sur-sureste. Ambas encarnan perfectamente el estereotipo de playa caribeña típica: fina arena blanca y aguas permanentemente turquesas.

Isla de Martinica. Anse Michel
                                                                               Playa Anse Michel

Playa Les Salines : Para aquellos que deseen tomar el sol resulta muy recomendable la punta sur de la isla, poco explotada y donde se encuentra una de las mejores playas: Les Salines. El árido clima de esta zona hace que el cielo permanezca soleado cuando en la isla dominan las nubosidades. La playa atrae a numerosos visitantes los fines de semana y en vacaciones, pero es suficientemente grande y no se producen aglomeraciones. El nombre de Les Salines procede del Étang des Salines (estanque de las salinas), el enorme embalse de agua salada ubicado detrás.

Las playas más bonitas del planeta
                                               Playa Les Salines

Playa Anse Cerón  Desde Saint-Pierre se puede tomar un camino que desemboca en Anse Céron, una playa de arena negra situada en una especie de selva. Cuenta en su parte posterior con abundantes cocoteros, y frente a su costa se puede contemplar Ilet la Perle, una roca redondeada sita mar adentro, magnífica para practicar el buceo.  Su condición de playa recóndita no la han privado de todas las comodidades: ducha, aseos, mesas para pícnic y colmado. Por un carril empinado que bordea la playa a lo largo de 1,5 km, se accede a un camino que, tras seis horas de recorrido, llega a Grand Rivière, 20 km al Norte.

Playa de Gran Rivière  Grand Rivière es un pueblo de pescadores inexplorado que goza de una situación paradisíaca bajo los acantilados de la costa, en la punta norte de Martinica. La montaña Pelée forma un abrupto telón de fondo hacia el Sur, mientras que hacia el Norte se divisa la vecina Dominica.  A orillas del mar se ha emplazado un mercado de pescado e hileras de barcos de pesca de vivos colores alineados en una cala de arena negra. En su extremo occidental las condiciones del agua permiten practicar surf. Existe un sendero de excursionistas de 20 km que se dirige a Anse Couleuvre, en la costa noroccidental.

Otras playas :

  • Playa del Diamante
  • Anse Couleuvre
  • Ilet Chevalier
Imagen relacionada
Playa Petite Ansé

 

 

Me gusta y comparte este post en

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *